Por Franco Parra – Periódico Noroeste

Ana María Ortiz Pacheco vive el gran reto y compromiso que implica estudiar a distancia, ya que por motivo de la contingencia sanitaria por la que atraviesa el mundo por Covid-19, las clases presenciales y la interacción con maestros y compañeros nuevos, tendrá que esperar.

“Iniciar una nueva etapa no es fácil y ahora con la contingencia se vuelve el doble de retadora, pero eso solo significa que nos tenemos que esforzar muchísimo más. La mayoría tenemos contratiempos técnicos e incluso una que otra distracción, pero nuestras ganas de aprender van mucho más allá de eso”, señala.

La ex alumna de Jean Piaget comparte la experiencia de haber estado por más de 12 años en la institución, donde estuvo rodeada de personas que influyeron en su formación y desarrollo, tanto en lo personal como en lo profesional. Además, señala que Jean Piaget es una familia que enseña a cuidar de uno mismo y de la comunidad.

“Estoy bien orgullosa de la persona que soy gracias a las personas con las que crecí, más de 12 años en un solo lugar, rodeada de gente increíble y con valores, realmente te forman y transforman para bien”.

“Jean Piaget es una familia y una familia te enseña a cuidarte y a cuidar a la comunidad, poco a poco y sin darme cuenta fomentaron en mí valores que están muy arraigados a mi persona, un ejemplo claro es la solidaridad”, comparte. Ana María obtuvo la beca académica del 70 por ciento para estudiar Mercadotecnia y Estrategia Creativa en la Universidad de Monterrey, licenciatura que eligió debido a que desde pequeña tuvo interés por la publicidad y creatividad.

“Desde que estaba pequeña me empecé a interesar por la publicidad y la creatividad, iba al supermercado y me fijaba en los envases de las bebidas, iba en el carro y me gustaba ver los espectaculares, me interesaba demasiado en los eslóganes de las marcas; y tiempo después todo hizo sentido”, dijo.

Obtener la oportunidad de ingresar a la institución para seguir preparándose, la llenó de gratitud y emoción, ya que vio el resultado del gran esfuerzo y que gracias a su familia y amigos que siempre la motivaron, hoy su sueño se hizo realidad.

“Siento emoción, pero más que nada gratitud. Cuando tienes tanto tiempo esperando un momento así desde que decides lo que vas a estudiar y la universidad donde lo harás, solo esperas que la universidad también se decida por ti y en el momento que sabes que lo conseguiste, no te queda mas que agradecer”.

“Agradecerte a ti mismo por haber dado el 101 por ciento, agradecer a tu familia y amigos que estuvieron como motor de motivación y a Jean Piaget que te enseña a perseguir tus sueños y a trabajar para que se hagan realidad”, expresa.

No todo fue malo durante la cuarentena, ya que durante ese tiempo, Ana María recibió la noticia por parte de su asesora de la institución, quien le notificó el haber obtenido la beca para estudiar en la Universidad de Monterrey.

“Justamente estaba en mi recamara cuando recibo una llamada de mi asesora en la Universidad de Monterrey, Lola Casillas, quien me confirma que obtuve la beca por la que había aplicado y es cuando le agradezco infinitamente y bajé corriendo con mis papás para compartirles la noticia que alegró nuestra cuarentena”, comparte.

La estudiante comparte un mensaje para las nuevas generaciones, quienes se enfrentarán a grandes retos.

“Siempre busca enamorarte del proceso y no estarás esperando a que llegue el resultado para empezar a disfrutar, por supuesto que hay momentos difíciles, pero son esos momentos los que nos hacen valorar los buenos”, dijo.

Ana María agradece a sus papás, quienes la han apoyado en cada proyecto y la han aconsejado para buscar la mejor opción posible; a sus amigos que son seres humanos con un gran corazón y a sus maestros, por ser guías en el desarrollo profesional y personal.

“Un agradecimiento especial a miss Diana Burgos por ser luz y contagiar esas ganas de cambiar al mundo y por supuesto a mi directora, Bertha Coronado que apoyó cada uno de mis proyectos y confió en mi persona”.